Entradas populares

lunes, diciembre 17, 2018

Imperfecta e impredecible línea de mi vida

Imperfecta e impredecible línea de mi vida
Si la vida tuviera algún sentido...
Fui un punto al nacer convertido en esta línea que soy
A veces he sido el horizonte 
En otro momento fui desierto
Hoy soy bruma
O invisible recorrido a pesar de no haber dejado de existir
Somos trazos que se encuentran y se separan en un mundo inteligible
La razón deja de ser suficiente
Las líneas se separan
Y hay casos que ni el amor...

domingo, diciembre 16, 2018

Something Changed

Pareciera que Jarvis Cocker y yo vivimos a destiempo. Something Changed pudo ser mi poema de aquella última noche del 2007, pero estaba distraída. Jarvis la escribio 12 años antes. Hoy pienso en esta canción en 2018 cuando otra vez algo  cambió.

jueves, diciembre 13, 2018

Una luna violeta y diferente

No quieras maquillar mi realidad
No uses los colores del alba si has despertado en otro espacio
No recicles un atardecer ya compartido
No inventes un futuro que no existe
Estoy exhausta de ser un satélite invisible
Quiero ser la propia luna
Y como también ya usaste la luna en otra playa y con mentiras
Soy otra, la que usaste no me sirve
Soy una luna violeta y diferente
Mas bella y lejana a ti
De la realidad me nacen nuevas alas
Del alba surge el alimento de mi fuerza
Con el atardecer olvido
Y en el futuro no pienso
Sólo imagino cómo será el universo con mi vuelo




lunes, diciembre 10, 2018

Dolor y raíz

No hay quien defina el dolor
Te lo callas
Lo asumes
Te lo comes
Cada quien hace con él algo diferente
Te distorsiona
Hasta que el espejo te devuelve a otra persona que no eres
Y la percepción se vuelve un vicio que produce más dolor
Te confunde
Tu entorno y el que dice amarte te dicen que no es cierto
Que todo está en tu cabeza
Sientes que enloqueces porque tú no ves lo mismo
Hay algo en ti que duele
Nadie lo ve
El conflicto interno impide que te cures
La percepción y el conflicto provocan más dolor
Entonces dices, lo callo, porque debo confiar
Lo callo porque debo ser yo la que esta equivocada
El dolor es tan subjetivo
Más no debe volverse natural
Despertar cuesta
Ver la realidad en la cara de quien amas, destruye
Ver tu cara que no eras, casi mata
Pero una vez despierto
No hay justificación para querer tumbarse y morir
Y no se trata de un tema de superación personal
Se trata de supervivencia
Porque a pesar de todo lo que callaste, sufriste, comiste
Que te volvió un ser abandonado, triste, pesado
Aún y todo, el dolor es irreal
Una raíz que te jala para que vuelvas a derrumbarte en la tierra
Que tu raíz sea tu vida, tu oxígeno y tu plenitud
No tu pérdida


viernes, diciembre 07, 2018

El deseo por una flor artificial

Sería menos complicado ser flor artificial
Segura, sobre una base casual, sin necesidad de cuidado
Dispuesta, luciendo su mejor color
Iluminada, con el mejor resplandor que la vuelve deseada y atrayente
Los días con ella pueden durar años
De citas ocasionales
Que provoquen la pasión
Y una pertenencia a un placer prohibido
Como la posesión de algo especial y excitante
Menos complicado que la naturaleza de una flor
Sometida al breve tiempo que dura el amor
Con un hermoso tallo que los días envejecieron
Cuyos pétalos no aseguraron el futuro
De un color que se tornó aburrido
Que dependió del agua
Del aire
De ti
Me cambiaste por la flor artificial
Que promete más vida
De cartón con tela, pero así es tu vida
Recreada, con falsas puertas al destino
Admirando las falsas miradas con pestañas postizas, sobrepuestas
Elegiste el artificio
A un amor y una piel natural que al final se marchitó
Que hace tiempo colocaste en el bote de basura

Un corazón se rompe en cinco partes

Existimos seres devastados mas de una vez y no por eso somos víctimas. Aunque el enemigo suele llamarnos así para denostar más nuestro entorno destruido, con más disparos de culpa, con frases que acusan egoísmo. Creyendo que así nos costará mas trabajo, o que será casi imposible volver a estar de pie. Un corazón se rompe en cinco partes. O en cinco años. O en cinco días. Las cinco partes caen al piso y en ese momento todos los episodios vividos con esa persona, se alejan por kilómetros de la realidad.  No sabes discernir lo que pasó. Lo tienes que creer porque tu corazón está en el piso, roto, mutilado pero no falta el cómo fue posible que se presenta en la cena. El que te hace dudar aunque la realidad está frente a tus ojos.
Un corazón se rompe en cinco partes.
1. El trato. Tantas veces lo discutiste, la resistencia por decir no me trates más así, no quiero esto para mi vida, te convierte en loco, porque aparentemente nadie te trata mal, todo está en tu cabeza y es tu interpretación, porque no sabes discutir, porque tu inmadurez no te permite solucionar el tema sabiamente.  Esta parte del corazón que suele ser la izquierda superior, es la primera que advierte una fractura, pero le pones banditas pensando que sí, debes estar loco y que el daño te lo causas tú solo.
2. El engaño.  Te han engañado y te sientes la persona mas estúpida del mundo. No hay manera de no sentirlo, pero sí de convertir tu estupidez en fuerza y hacerte cargo de ti mismo para no volver a pasar por la misma situación. Esta parte es la superior derecha, cae en segundo y es uno de los lados que mas pesa.
3. La prioridad.  Estuviste en el lugar número tres, cinco, veinte. Y no quisiste verlo.  O tal vez lo viste, lo discutiste y nada cambió.  Cuando ves que nada cambia la parte inferior izquierda se rompe por completo y lejos de ser una tragedia, podría ser tu propia liberación.
4. El descaro.  La situación fue más allá de una traición, careció de los valores más básicos, las personas que lo provocaron no tienen idea de lo que es la integridad, para ellos lo que sucede es porque tendría que pasar, porque hay fuerzas arrebatadoras, destinos desmedidos. Nada de eso puede justificar que la parte inferior y central del corazón se desplome.
5. La indiferencia.  Porque es fácil evadir. Porque es más cómodo no mirar al que está al lado sufriendo, ofreciendo hasta el fin el poco corazón destruido que le queda y recibir a cambio mensajes sin contestar, ausencias permanentes, juicios insanos.  La parte inferior derecha del corazón es la última en caer porque se mantiene como soldado hasta el final en una guerra tan sucia como el alma de tu enemigo.   
Si tu corazón se ha roto en cinco partes, levántalo del suelo, abrázalo y sal de ahí con dignidad.  Busca otro lugar para reconstruirlo. Una voz interior estará diciéndote todo lo malo que has hecho, pero es sólo el eco de los cinco años, que se fueron al caer el último pedazo.





jueves, diciembre 06, 2018

Para el que se siente el mas común de los lugares



Brillar. Sobre un fondo azul un vestido dorado, como la Torre Eiffel que no pretende, sólo brilla. A pesar de los años, de tantas miradas, de todas las fotos y las postales. De tantos recorridos por su estructura que habría quien se la supiera de memoria. Ya podría ser un lugar común a fuerza de su presencia. Y no lo es. En cada mañana hay unos ojos nuevos que desean conocerla. Un deseo que nace para volver a encontrarla. El asombro de una mirada ante una nueva perspectiva. La emoción por una nueva reconquista. Y con muchos años menos, el que se siente el mas común de los lugares, podría advertir que no es el lugar ni la presencia. Es la luz que se pierde y que se apaga, por tantas inconsistencias, propias y ajenas. Quizá para el que se siente el mas común de los lugares, una foto o el recuerdo de la Torre, pudiera inspirar que el deseo, el asombro, la emoción, la perspectiva, siempre regresan y traen consigo el dejar de creer que somos predecibles o comunes. Porque sí, somos el lugar y la presencia. Sobre un fondo azul, mi propia luz.

miércoles, diciembre 05, 2018

¿Hay alguien más aquí que no le guste...?

¿Hay alguien más aquí que no le guste diciembre y la navidad? Cada vez que una canción me lo recuerda siento un hoyo en la panza, una ansiedad o quizá una negación. Tendría que ir al psicoanálisis para poder entender por qué la navidad me causa tantos problemas, me parece un túnel negro que cada año debo traspasar. Y con la edad esto ha sido más difícil.  Porque no me siento ni creo tener el derecho de contagiar mi delirio hacia terceros.  Cada quien es responsable de sus hoyos en la panza. Será que tiene que ver con una proyección de ver en los demás lo que yo no tengo, o cómo funcionan las proyecciones, que alguien me diga porque ni siquiera de eso estoy segura.  Lo cierto es que por lo menos en México, todo el mundo inventa pretextos para reunirse, beber, comer, fumar.  Hacerse regalos, bailar cualquier tontería, léase que en la mayoría de los casos es reggaeton.  Y yo no soy eso.  Soy tan tremedamente aburrida, que a lo mucho me fumo un cigarro, me bebo una copa y a la mañana siguiente una migraña me recuerda mi ñoñez.  Tal vez sea eso. Que no encajo. O lo peor que no soy capaz de vivirlo.  Siempre que regreso de una reunión, posada o juntadita la mayoría de las veces lo hago sola, con frío y un montón de sombras, que me acechan la cabeza sobre lo que dije, lo que no dije, lo que pude haber dicho mejor. El tráfico, los regalos, las luces en la calle, todo se convierte en una experiencia necesaria.  Pero no feliz.  Esta vez no será mejor.  Y no habla la pesimista en mi piel.  Sólo un rayo de sinceridad de luna, de esos que casi no ocurren en diciembre (o en ningún mes), o una persona de esas que casi no hay, de las que no mienten, me podrían convencer de lo contrario. Creo que lo mas seguro es que me dijeran, (tal vez estoy sesgada por las palabras de alguien) ya cambia, te lo pierdes, allá tú y tus ideas, ve al psicólogo, estás loca. Pero si yo solo quiero traspasar el túnel sin focos, sin villancicos, sin palabras.  Y que en silencio ese alguien me abrazara y en su pecho sintiera que su corazón puede ser el refugio de esta temporada.

viernes, noviembre 30, 2018

Cuánto

Como luz intermitente, me adecué a tu sombra. Mas apagada que encendida, invisiblemente conectada a tu reacción.  A miradas, palabras, desconciertos. Más veces me fui apagando. Y en mi oscuridad me comí un montón de dudas, a pasos despacio, agregando centímetros a mi soledad, quitando palabras, borrando las formas. Acumulo el frío porque aunque nunca tuve tus manos, las imaginaba como mías. Contemplo el vacío, porque aunque no me abrazaste me sentí feliz de que estuvieras, sin mirarme, sin tocarme, sin vivirme. Cuánta humillación invisible.  Cuánto tiempo perdido para un amor que desapareció sin que me diera cuenta.

miércoles, noviembre 28, 2018

Nueve veces el amor

Nueve veces el amor.

La primera es el encuentro. Se convierte en la mejor escena de ese libro de tu vida, al releerse dispara dopamina. Recuerdo y deseo. Carne y esencia. La mezcla de todos los momentos imposibles. Por fin usas esa fuente que rescatas del cuarto de cacharros, con emoción colocas al lado izquierdo del pecho para que no deje de inundar tu corazón de tantas luces recién encendidas.

La segunda, una especie de llegada. Pisar la tierra. Sentir el frío y saber que los brazos tuyos y del otro necesitan las cuatro paredes de un castillo. Refugiar al amor. Alimentarlo. Como al niño pequeño que llega también sin esperarlo.

La tercera, el común compartido. El pan y las palabras. El desvelo deseado y la realidad del día. Sólo la noche adivina lo que se siente tener un cuerpo, que respira cerca de tu oído, al que le puedes decir todo lo que nunca a nadie mas nombraste.

La cuarta, el viaje del que no habías tomado conciencia. Buscaste un castillo, lo habitaste dispuesto a morir en él, y a la vez te subiste a un barco. Habrías perdido el sentido del tiempo y una ronda de palabras perniciosas te revuelve el sendero.

La quinta, la sombra que intuyes y el otro niega. Querer perseguir al amor a tu manera desde el lugar menos común, se ha convertido en tu abandono. Perseguir sin atrapar frustra tu deseo, dejas de mirar, por mirar y callar siempre en el otro.

La sexta, es una despedida que no se concluyó.  Que volviste a intentar volviendo a perseguir a aquella sombra. Y aun así erróneamente lo hiciste por amor.

La séptima, lo que los inviernos esconden.

La octava lo que la distancia adula.

Es tan fácil que el menos fiel construya una novena vez en otro cuerpo, traicionando al amor que fue tu todo o que en realidad no lo fue.

Si hubiera una décima, la décima sería el corazón. El amor al corazón que de haber vivido la mejor escena de su vida, fue mutilado tantas veces con cuchillos y cuchillos que afilaron la mentira.

La ruptura y la entereza ya no es parte, forma otro comienzo, lejos de la escena, fuera del castillo, sin brazos que te sostengan, ni respiros, ni palabras en tu oído.  Luego de nueve veces.  Al final, fueron todo, excepto amor.

jueves, noviembre 15, 2018

viernes, octubre 26, 2018

Table for two

Pienso la posibilidad
Me conecto
Sonrío y acepto
Llego al lugar 
Te encuentro y te descubro 
Eres la emoción que se infiltrará en mi vida para tomar decisiones y caminos
Los inicios siempre son románticos
Osados
Memorables
La casualidad, la pasión, la entrega
Luego la razón empieza a provocar que baje la marea
Que el corazón se sienta raro
O las palabras se claven sin respuesta
Que las dudas comiencen a doler
Al vivir contigo te amo
Pero mi deseo ha sido mutilado
Mi duda calla en un silencio interno del que no advertí las consecuencias
Comienzas a tejer una ansiedad de la que quizá no eres responsable
Pero sí elemento
Te esperé en nuestra mesa de dos
Para decirte por lo menos con los ojos lo que significabas para mí
Pero no llegaste
En silencio me voy
Te dedico el final

Table for Two - Abel Korzeniowski





jueves, octubre 11, 2018

La estética de mi cotidianidad

La línea de tu brazo, el silencio que habla de tu cuello, la forma de tus manos y tus dedos. Podría formar un juicio estético de ti, a través de trazos, memorias, recuerdos. Mi propia experiencia estética ante la cotidianidad de tenerte como parte de mi vida. Del sorbo del café que ambos preparamos. Del por qué me miré contigo en ese cuadro. El viaje, el beso, la llamada. La búsqueda cuando se nos apagó el sol y cómo intentamos encenderlo.  Entiendo que mi percepción de la vida es más concreta contigo, quizá más amplia sin ti. No lo sé. Avanzo y siento. Pienso y me miro. Y no sé si estoy lista como para a descubrir otros futuros. Si mi camino era contigo.

miércoles, octubre 10, 2018

De relojes y vacíos

Mi reloj de arena estaba lleno.
Tanto que para vaciarse tal vez podría haber pasado un siglo.
Triste que la magia que se encargó de acumularlo, también sea la que desaparezca con lentitud cada grano.
Fuiste tú el que volteaste mi reloj.
De inmediato sentí un estruendo que comenzó a vaciarme.
Cada grano perdido es una gota de sangre menos en mis venas, de este torrente que ayer cuando nos miramos, ilusamente llamamos amor.

domingo, septiembre 30, 2018

Mi propio tratado del amor

Quizá me he conformado con tan poco. 
Buscar. 
Creer. 
Asumir. 
Adaptar. 
Te busqué durante mucho tiempo. 
Descubriendo rostros en nuevas citas. 
Adivinando desde las primeras sonrisas y las frases si serías tú. 
Intentando desvanecer el espectro usando un método no probado de caricias, que al salir el sol me revelara si por fin te habría encontrado. 
La mayoría de las veces la imagen desaparecía. 
Las horas me llevaban a una escena incontablemente repetida. 
Cambiaba el lugar, cambiaba mi ropa, a veces mi color de pelo o mis zapatos de acuerdo a la estación.  
Pero era yo, siempre y sola.  
Después de decenas de intentos te encontré.  
Sin cita, sin espectro, sin niebla. 
El universo me acomodó una historia. 
Lo que los demás suelen llamar amor. 
Entonces creí. 
En el camino, la predestinación, las olas inmensas que lejos de arrollarte te envuelven en un lugar seguro.  
Creer es un verbo altamente practicado.
Sabiéndolo usar aleja del silencio, con el riesgo de caer en la evasión.  
Justo donde mi lugar seguro fue a parar. 
Entonces asumí. 
Los demás dicen que asumir significa madurez. 
Asumir que el universo podía desacomodar ciertas cosas que los románticos pensábamos eternas.
Que la luna de miel se vacía.
Que hay que llenarla de otras cosas. Mas reales.
Que hay que asumir un nuevo lugar en la lista, que nadie prometió, que yo creí. 
Entonces, siguiendo el manual del convencionalismo humano, me adapté. 
A las nuevas soledades en el fondo de mi mente. 
A la pasiva respuesta para evitar discutir. 
A dejar ir, evitando acumular las ansiedades que podrían inundar el lugar seguro y ahogarme por la inmensidad de las olas, que ahora solo me provocan miedo. 
Esto último nunca me salió.
Adaptarme es lo menos bien que suelo hacer.
Solíamos hablar.
La pasión había sido reemplazada.
Adaptarse era parte del manual.
Convertir las palabras en la poética de mi cotidianidad. 
Aún con juicios, frases hirientes, reproches dolidos.
Aún así extraño conversar.
Pedirlo es burdo, exigirlo es egoísta. 
Adaptarse es lo que mandan los demás.
Los que suelen llamar al amor adaptación.
No quiero conformarme con tan poco.
¿Podría el universo acomodar nuevamente nuestra historia? 
Mi propia poética de la cotidianidad.
Lo que para mí y no para los demás, es mi propio tratado del amor.



martes, septiembre 25, 2018

Lanzar una palabra

Lanzar una palabra. Suave, que acaricie la mínima hoja de ese árbol que mece el pensamiento, que respire el verde de la vida y regrese, que corra por los invisibles surcos de unos brazos o llueva y envuelva en un perfume, como de tierra mojada.

O lanzarla para morder el incómodo silencio, para meterse en el centro del pecho, para doler aún más esa opresión, que hiere lento a pasos de milímetro. Para no ver despertar la noche y herir, herir tanto como la voz del abandono lo grite.

jueves, septiembre 20, 2018

Entre decir, callar y desear

Te recordé como eras antes. En el arrebatado y suave estado del amor. Y quise decirte, sin caer en el lugar común de los reproches, que has cambiado. Que hasta yo misma cambié y me convertí en no se qué.  Al no saber cómo decirlo, callé.  Escondida y frente al silencio, tal vez un día encuentre las palabras y te diga. Que deseo que la brecha más común de los caminos, la reinventemos juntos,  bajo árboles que dan sombras de colores, con infinitas ramas para colgar las memorias. Con hojas que al pisar provoquen música, que al llegar a las nubes lluevan risas.  Y si no me entiendes, te volveré a recordar como eras antes. Volveré a callar y me alejaré muy lento, dejando de ser lo que fui para reinventarme sola. Entre mis propios árboles.

viernes, septiembre 14, 2018

Nosotros parecíamos felices

Nosotros parecíamos felices. Aunque de sobra se sabe que el concepto de ser feliz cada uno lo inventa a su manera. La palabra felicidad, si bien tiene una interpretación, se aleja mucho de un significado colectivo. Parecíamos felices, según el ojo de la vecina en la ventana.  O el perro que nos movía la cola al vernos.  A la salida del cine. Al ver la televisión.  Hasta yo pensé que éramos felices, por el simple hecho de sabernos juntos.  Sí, la vida es una interpretación. Mi lectura no era la de una vida perfecta pero había continuidad y cariño. Asumí una lectura similar en tu cabeza.  Y una mañana se fue la mitad de mi interpretación.  Te fuiste tú y yo me quedé sin sentir nada.  No sé qué significa sentir nada.  No sé si mi emoción está detenida en un periodo de espera, o si de plano ya llegó el futuro con un dedo imperativo que me dice, tú estás sola.  Me asaltan tres palabras que en silencio repito, como para ubicarme en el tiempo, entre lo que fue y lo que se le acercaba a lo real.  Nosotros parecíamos felices.

miércoles, septiembre 12, 2018

No de este mundo

No de este mundo.  Quizá de allá, de un lugar no común, que esté vivo en el ritmo luminoso de una estrella, como un latido. No hablo de caer, ni de perder la esperanza. Pretender lo que todos, aleja mi paz de ese ritmo luminoso, de ese preciso latido.

martes, septiembre 11, 2018

De otro cielo

Esperaré por el día en que el pájaro, el pino y la nube salgan de aquel viejo poema de Benedetti que leía siendo niña, para que completen este, mi otro cielo.

martes, agosto 28, 2018

Cuando dibujo el pasado

Ese tiempo, en que mi horizonte era una dulce línea del futuro.  No importaba hacia donde se extendiera, mi destino era tan claro, que no necesitaba predecir rutas. Estabas ahí, habías llegado para derrocar por fin el reino de mis ansiedades.  Yo que siempre fui un tripié mal colocado, tambaleando ante la mínima fuerza. Encontré en ti equilibrio en cada respiro, de amor o de locura, sin temor a perderme. Y como decir que todo pasa y que la dulce línea del futuro se fue borrando al paso de los meses. Dejé que los fantasmas otra vez cobraran fuerza y soy yo la responsable de este nuevo delirio que aparta mi firmeza.  Ese tiempo, cuánto deseo se desprende de mí para que vuelvas, mi equilibrio, magia y sutileza, mi dulce amor tan encontrado y a la vez perdido.

lunes, agosto 20, 2018

Las ausencias están llenas de intenciones

-De qué me hablas
-Deberías dejar de ser tan confiada, las ausencias están llenas de intenciones
-Si me pongo a dudar voy a terminar siendo una loca
-Si dudaras un poco verías la realidad
El daño estaba hecho, aquella amiga le sembró las dudas mas profundas, de lágrimas se fue formando un surco de heridas que de tanta humedad ya no se cierran.
Y de las dudas, surgió la ansiedad por las averiguaciones. Las pesquisas. Los reclamos.
Una noche, no sólo se ausentó el sueño, también él se ausentó de su vida. Lo mismo habría pasado, dudando o no dudando.
Será que la firmeza del destino está confeccionada con las consecuencias de las dudas.
Las ausencias se llenaron de intenciones.

lunes, agosto 06, 2018

Marcia se da cuenta

Frente a la ventana del café, Marcia se dio cuenta la falta que se hacía.  Estar con ella misma, como si el universo le recetara una nueva medicina casi de manera obligatoria. Aunque doliera. Dejar de extrañar la presencia vacía de su ex marido. O la risa irreverente de su hija, ahora estudiando en otra ciudad.  La soledad le cuesta al alma. Hay un cierto proceso que conlleva dolor. Pero como parte del proceso, la vida se transforma. Como entrar a un túnel de cierta manera y salir de ahí completamente siendo otro.  Y pensar que esa tarde en el café apenas era la entrada.

jueves, agosto 02, 2018

Una palabra al azar

Una palabra al azar, es dejar al viento la escasez de decisión para decirte lo que pretendo, por desastroso que sea. Es invitar una plaga de malos pensamientos sin medir la consecuencia.

martes, julio 31, 2018

La prisa que sí tiene el tiempo

Ayer pasé por una de esas tiendas que venden el arte en paraguas, bufandas o maletas.  Decidí entrar y aunque nunca he sido un fan de Dalí, opté por comprar para un amigo que vería esa tarde, una de esas tazas de relojes escurridos.  Cuando llegué a la cita, me arrepentí de haberle comprado ese regalo.  Su semblante era tan parecido al de el reloj blando. Yo que esperaba verlo mas entero que nunca para que me contara de su nuevo trabajo y su reciente novia después de su segundo divorcio, lo encontré desgarbado y dolido.  Lo habían despedido quince días después por un capricho del dueño, para poner en su lugar a un pariente desempleado.  La joven novia se fue con otro. Y sus ex mujeres se peleaban por el poco dinero que le quedaba. Se sentía viejo y usado. Preferí no sacar la taza de mi mochila y en lugar de eso, alentarlo con una lista de cosas positivas que podría sacar de lo ocurrido. En algunas cosas me hacía caso, en otros momentos dejaba de escucharme para mirar como escurría la lluvia sobre el cristal de la ventana. Los corazones no suelen ser tan duros como uno los percibe. Pedimos la cuenta. No dejaba de llover.  Antes de despedirnos me pidió el contacto de un conocido para llamarle, le quería vender una de las pocas cosas que le quedaban para obtener dinero mientras volvía a conseguir trabajo.  Al abrir la mochila, la taza accidentalmente cayó justo en la corriente de un charco paralelo a la banqueta que semejaba un río.  Los trozos se fueron alejando, con la misma rapidez con que quiso despedirse, con la misma prisa que sí tiene el tiempo, en la mentira de un reloj blando.

domingo, julio 22, 2018

Letras en el viento

Sobre mi cara, la fuerza del viento.  Yo miro al mar.  Y tú me miras.  Esperas que te diga si al fin voy a quererte. Si lo que me dice el viento es que te bese.  No aguardes por mí que ya me he ido. Ya no estoy aquí, mi cabeza y mi mente me rebasan. Sólo puedo abrazarte con el viento. Esconder tu cara en mi cabello.  Sin que me pidas si al fin voy a quererte, te quiero siempre como el viento.

jueves, julio 12, 2018

All In One Night

Una vez en mi cabeza no dejaba de sonar Somebody That I Used To Know de Gotye.  Era que mi cuerpo se quedaba trabajando, la parte de mí que podía ser libre, se transportaba de pronto a una ciudad de Texas, caminando bajo el sol quemante, buscando una de esas tiendas frías que venden de todo y de las que no te quieres salir hasta que pase el calor. En otro momento una brisa me llevó a un atardecer en el lugar más sereno de Las Vegas con Home de Michael Bubble sin prisa, sin nada en la cabeza mas que disfrutar de la serenidad en un contraste, una ciudad que en medio de su estridencia me sonreía.  O quedarme dormida en el piso, con la cabeza recargada en mi  mochila, en el aeropuerto Charles de Gaulle en París con Más Allá de Miguel Bosé, esperando el amanecer para no pagar hotel. En el presente, mientras los demás planean con irse a tumbar a la playa, desde mi aburrida rutina escucho All in One Night de Stereophonics y la voz de Kelly Jones me lleva a esas noches en que un ritmo, un sonido, una piel y el roce de unos labios, de pronto te vuelven aventurero, loco, sin miedo. Porque todas las crónicas de música y de tiempo que se apilan en mi mente, siempre serán la medicina que cure las migrañas de la chica que resuelve los problemas de la gente en una oficina gris.

lunes, julio 09, 2018

Todos los futuros son inciertos

Que me digas que lo sabes, no cambia mi percepción. Navego en montañas de papel acrisoladas, escritas con mi poco entendimiento. 

Que me digas que estarás, no hace que me sienta menos sola.  Aún con tu lámpara encendida en las horas más oscuras de mi noche, a la mañana siguiente podrías irte.

Nací sola con todos mis latidos y sola sin ti, un día el futuro va a llamarme.

sábado, julio 07, 2018

Hasta pronto

Le digo al mar. Después de haberme dejado seducir con el nocturno lenguaje de sus olas. Amante misterioso que antes de que salga el sol, comenzará a alejarse indiferente. Borrará cada vuelco en un montón de espuma y olas. En esa despedida no va ni un poco de memoria. Al igual que él he aprendido a dejarle. No me duelen su restos de sal, que anoche fueron besos y hoy me queman.  No lastima la resaca de las palabras devueltas.  No me invade, no lacera.  No vulnera mi andar su adiós callado. Porque se que esta noche besará mis pies para que vuelva. Y  quizá hoy decida no mirarle.

viernes, julio 06, 2018

Nuevas formas del amor en los años del milenial

La que mira en la ventana con las manos ocupadas, espera una respuesta que le hará temblar los dedos cuando aparezca la señal en la pantalla. No llegará esta noche.  Vacía y sola saldrá, en un bar volverá a ocupar sus manos con un vaso de vodka.

Si no llegó esa noche es porque se sintió abrumado de tantas noches con ella. Hay tanta emoción y misterio después de esta tarde de lluvia, justo hoy, ante los nuevos ojos que descubrí al tropezar en el metro.  "No podría haberlo dejado pasar. No como para esconderme cada noche en la misma habitación".

Una cara felina, no puede hacerme olvidar su dulzura. Resistiéndose al cuerpo que la abrazaba después de varios tragos. 

Los barmans se cansan de tener tantos espectadores cada noche, pero hoy lejos de sentir tedio, se dedicó a ocupar sus manos, con vodkas y besos. Tenía los ojos verdes, el pelo largo y la vida demasiado libre como para irse con ella sin saber su nombre.

"No quiero olvidarte esta noche. Pero si tu no llegas hoy tampoco yo lo haré"

Luego de tropezar en el metro, tropezó con ella en una cama. Penumbra en medio del deseo.  Deseo en medio de la prisa. Prisa que llevó al vacío. Sólo encontró una sábana ajena con olor a soledad.

Sus ojos verdes se enfurecieron al sentir el rechazo. La dejó en medio del callejón. Una mujer no siente pena de dejar una desconocida en la calle oscura.  Lo que siente es una tremenda estupidez por haber perdido el tiempo.

Ella caminó fijando el rumbo con el GPS.

Él llegó primero.  Se dio un baño.  La esperó hasta quedar dormido.  Cuando ella llegó despertó y sintió otro tipo de premura.  La de abrazarse a ella y dejarse ocupar por sus manos.


martes, julio 03, 2018

El deseo convertido en atadura

Esta noche Paula hizo su rutina.
Como siempre sin mirarse al espejo.
Como nunca sin él ahora.
En otro espacio y en los últimos minutos Dante la pensó.
Como antes cuando tan cercanamente estuvo.
Como ahora que existe tan lejana.
El ruido de un avión dispersó los pensamientos de él.
El silencioso halo de la luna, acrecentó la ausencia junto a ella.
Como el tiempo, muchos aviones y muchas lunas tendrían que haber pasado.
Hasta ese día en que volvieron a encontrarse, de frente, en una esquina.

martes, abril 17, 2018

Predecible

Predecible. Como la canción de moda. Así fue tu entrada y salida por mi vida. Llena de lugares comunes que me inventé como las nuevas flores que se envuelven en mentiras de seda.  Nuevas formas del amor en los años del milenial.  Mi alfombra de recuerdos que puedo extender hasta el mar no lleva mas tus huellas. Habrá gaviotas y otras aves que acompañaran la ruta solitaria de la sal hasta donde sólo haya un profundo y pacífico silencio, muy parecido al amor.

martes, abril 03, 2018

Ya puede caernos encima un diluvio de estrellas...

- Ya puede caernos encima una diluvio de estrellas
Le dijo en voz baja y al oído mientras bailaban esa vieja canción de Aute.

Luego del baile se fueron, se dejaron llevar por el diluvio. Se ahogaron, inmersos en tanto mar. Hasta que la ventana les gritó que ya había amanecido. Ella se fue antes.

A él se le metió la  realidad por en medio de los ojos. Dolió tanto sentirla en su cabeza al mirar una fila de doce llamadas perdidas de alguien que lo buscaba.

domingo, abril 01, 2018

El objeto de mi ansiedad

Vuelve. Es de locos pronunciar en el vacío. Pero vuelve. Aunque suene tonto mi frenético discurso conducido por tabaco y cafeína. Vuelve. Sin ti las horas se han ido y no me queda mas arena en el reloj.  Vuelve. Te ofrezco mi víspera, secuestra mis manos, roba mi pobre decisión de liberarme. Vuelve. Aquí hay rosas aún despiertas.

lunes, marzo 26, 2018

La inesperada historia de una tarde


Envió un paraguas dentro de una caja, la tarjeta decía, para resguardar de la lluvia al corazón.  Me gustó el color, rosa neón como si al abrirlo contra el cielo enamorara a un rayo y desatara la tormenta.  El regalo me causó contradicción, me pide resguardar el corazón con una declaratoria de amor en metáfora… A las cinco de la tarde en mi cocina, el café humeaba al ritmo de un suave jazz en la radio.  Me senté al lado de la caja, la tarjeta y el café. Y decidí pensármelo bien.  ¿Valdría la pena ponerme las botas de lluvia para acudir a la cita?  Por lo menos mis pies estarían protegidos, pero él quería que también resguardara el corazón. Al cuarto para la hora, decidí salir con las botas y el paraguas. En la puerta otra música, la de la calle, le pondría ritmo a mis pasos.  Abrí el paraguas rosa neón contra el cielo gris, así como lo pensé. En seguida un trueno maravilloso apareció sobre mí, digo maravilloso porque fue un estruendo que no causaba temor, sino una luminosa esperanza. Comenzó a llover y entre aburridos sombreros, periódicos sobre la cabeza y otros paraguas, resaltaba el mío, como diciendo ¡soy el único que se atreve! Llegué a la cita, la mesa donde esperaba verle, estaba vacía. Algo extrañada por su ausencia y todavía en la puerta, despedí del cielo a mi paraguas. Como si apagara un switch la tarde se oscureció. Entré al lugar y me senté, sin pensarlo puse el paraguas rosa neón sobre la mesa. De inmediato el mesero me hizo llegar otra caja y un café, escuché otro jazz en el fondo de mi oído.  Al abrirla sólo había una nota que decía: “esto también es metáfora…” fue entonces que comencé a escribir una inesperada historia.

miércoles, enero 24, 2018

La idea romántica de las almas gemelas

-La idea romántica de las almas gemelas me parece ridícula, dijo ella evadiendo sus ojos. Mientras él, con una mirada más dulce no dejaba de escucharla.
-Es verdad, tú y yo nos conectamos, hablamos de todo, luego cada quien se marcha, como es normal, continuó ella.
-Sí, como es normal, pensó él.
Pero no era normal. Había noches que ella le daba vueltas a la misma idea, que ensayaba una a una las palabras qué él decía, como si en cada repetición perfeccionara la escena y él se volviera más cercano
-Bueno, lo cierto es que tú y yo nos comunicamos bien.  Sea lo que sea, mañana te veré, que tengas buena noche, se despidió él sin más preámbulo. Luego se fue a su casa, evitó llamarle.
Ella en un bar donde la esperaba una amiga, habló de cosas, bebió cerveza, se hizo la interesante. Dos o tres intentaron ligarla. Uno incluso le dijo, ya pasadas las copas, siento contigo una conexión cañona, tipo soulmates baby, qué dices, te vas conmigo y vemos qué pasa.
Le hizo una señal a su amiga y abandonó la barra con ese que la abrazó por la espalda.
La soledad intensifica la emoción, el alcohol la pinta de excéntricos colores, los mismos que huyeron poco a poco cuando fue llegando la resaca. Al despertar sólo vio a un rudo desconocido disfrazado de galán que le pedía que se fuera. Como es normal, pensó ella. Las conexiones son efímeras lagunas que se secan.
Al otro día en el trabajo, la miró ojerosa y bellamente despeinada.
-Qué tal tu noche
-Como es normal, respondió ella
Y empezaron a hablar como solían hacerlo, como si las palabras les faltaran para decirse las cosas
-Vamos a comer, le dijo él
-Me muero de hambre, tomó su bolso aceptando la propuesta
En pleno sol del día y antes de bajar del auto, la besó, nada normal para ella
Los colores que pintaban su emoción volvieron a encenderse con cierta timidez que la ruborizaba.
-Qué haces
-Algo no normal, dijo él.
Y entonces comenzó a creer que las almas gemelas existían.

martes, enero 23, 2018

La Forma del Agua, todo lo salva el amor

 La Forma del Agua (2017)

Como si fuera una cita con un romance imposible, tipo bella y bestia o un poco más, el viernes 12 de enero acudí sin falta al estreno de La Forma del Agua. Hace tiempo no sentía tanta emoción por adentrarme de principio a fin en las cuatro paredes invisibles de una historia.  Me transporté, soñé y desperté con la protagonista, mis pensamientos se movieron al mismo ritmo de su reloj nocturno, y hasta puedo decir que casi pude respirar también como un anfibio. Al terminar la función me sentí leve, como si la ambientación me persiguiera y aún flotara entre la fantasía que acababa de presenciar.

La Forma del Agua escrita y dirigida por un gran mexicano, Guillermo del Toro, con un portentoso talento lleno de sencillez y carisma, sin las presunciones propias de González Iñarritu o el elitismo que pareciera rodear a Cuarón, nos adentra más allá que en un simple relato fantástico. Nos pone de frente al amor y no sólo frente al amor romántico, el que se busca para completarse a uno mismo, sino el amor que con tan pocas letras lo abarca todo. El amor que se origina cuando se es compañero, vecino, prójimo y que se convierte luego en hermandad. El amor que se busca y que hace cometer errores, pero que a pesar del tiempo se sigue buscando en el fulgor de otra persona, aunque duela no ser correspondido. El amor sensual, de carne y hueso, envuelto en lealtad y en un real hasta el fin. El amor que surge de lo vulnerable, del deseo de salvar y de redimirse al mirar unos ojos extraños que apenas salen del agua. El amor que de un álter ego que ya estaba ahí desde siempre, o que fue construido en la memoria sin saberlo, se vuelve tangible y hace rebasar todos los límites por una convicción irrenunciable.

En La Forma del Agua, todo lo salva el amor.

Película memorable, con una ambientación magnifica y un banda sonora de colección.

Un guión perfectamente escrito, donde todo tiene un sentido, dotado de personajes completamente definidos en una ciudad oscura donde emerge la esperanza.

Nominada para trece premios Oscar, La Forma del Agua es un film imperdible.





martes, enero 02, 2018

Declaratoria para el mes de enero

Fantasma aposentado en  la puerta
te puedes ir
no hay miedo de encontrarte cuando salga
enero es una esperanza fría
es una cuesta donde hay nubes
y las nubes siempre inspiran
Jano bendice las puertas
y al abrirlas el sol se mete al corazón