Blog de experiencias cotidianas. Te hablaré de libros, de cine, amor y desamor. Te hablaré de lo que hablamos todos.
Entradas populares
-
Mirar al oriente es respirar distancia sentir el anhelo de atravesar los cerros y volar entre el azul de las piedras y el gris de la carr...
-
Un respiro me puede llevar al otro extremo del puente o al precipicio de la angustia a la alegría de verte o a la sombra de dejarte a c...
-
Ni hoy ni nunca la lluvia tiene que venir a camuflar tus lágrimas. El pájaro que ayer pareció haberte sonreído con su canto no tiene por qu...
-
Y ahora hablo contigo en diminutivo, con nombres de pastel... Le cantaba Melia a su perro Bolo. No es una canción para perros pero a ella...
-
Los domingos son perlas solitarias, en el impuesto collar de la semana. Cada domingo es una cuenta melancólica, lágrima blanca que parece in...
-
Hemos jugado a los enigmas desde niños, aventabas pedazos de papel a mi ventana con frases siempre inconclusas, con interrogantes siempre di...
-
Bajo mi cielo azul y Casiopea la perfección de luces y milagros el respiro profundo entre mis labios y tus ojos aquí para que crea que ...
-
Tienes la mirada tan azul. Cuando te conocí, no pude sostenerte la mirada, tus ojos sin querer me ahogaron. Imposibles las palabras, como p...
-
La tarde se mira en sus propios espejos de agua. Tiene una cara recién lavada. Se acomoda el pelo de herbaje con un cepillo de viento. Y es...
jueves, julio 12, 2018
All In One Night
Una vez en mi cabeza no dejaba de sonar Somebody That I Used To Know de Gotye. Era que mi cuerpo se quedaba trabajando, la parte de mí que podía ser libre, se transportaba de pronto a una ciudad de Texas, caminando bajo el sol quemante, buscando una de esas tiendas frías que venden de todo y de las que no te quieres salir hasta que pase el calor. En otro momento una brisa me llevó a un atardecer en el lugar más sereno de Las Vegas con Home de Michael Bubble sin prisa, sin nada en la cabeza mas que disfrutar de la serenidad en un contraste, una ciudad que en medio de su estridencia me sonreía. O quedarme dormida en el piso, con la cabeza recargada en mi mochila, en el aeropuerto Charles de Gaulle en París con Más Allá de Miguel Bosé, esperando el amanecer para no pagar hotel. En el presente, mientras los demás planean con irse a tumbar a la playa, desde mi aburrida rutina escucho All in One Night de Stereophonics y la voz de Kelly Jones me lleva a esas noches en que un ritmo, un sonido, una piel y el roce de unos labios, de pronto te vuelven aventurero, loco, sin miedo. Porque todas las crónicas de música y de tiempo que se apilan en mi mente, siempre serán la medicina que cure las migrañas de la chica que resuelve los problemas de la gente en una oficina gris.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario