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jueves, diciembre 29, 2016

Flasback

El sonido de la cuchara al mover el café. La fragancia de alguien al pasar. Viejas olas que volvieron al mar esta mañana y un recuerdo en los pies de la textura de la arena. La vida es un entero flashback de lugares, a los que, por lo menos yo, secretamente desearía regresar. Así termina mi año. Recordando objetos, instantes y palabras. A veces tan radiantes como un color, a veces del color de la nostalgia colectiva de haber tenido otra edad.

Gracias por leerme este año.

Que el 2016 sea un feliz recuerdo.

martes, diciembre 27, 2016

Lacán, oscuro y complejo

Son pocas las cosas que puedo asimilar claramente de las teorías de Lacán. Abro un libro o me sumerjo en un artículo en la red y otra vez me pregunto, por qué la filosofía tendrá que ser tan densa, o acaso es mi densa falta de condición (como el ejercicio) para entrarle a significados más profundos. De alguna manera o de otra, admiro de esas mentes dedicadas al pensamiento, su capacidad de proponer teorías con un sustento, comprobable o subjetivo, para quien le quiera entrar.  Y entre otras cosas entiendo, que tengo un falta y un mundo por entender.


domingo, diciembre 25, 2016

Una frase de Jacques Lacán


Jacques Lacán:  "Amar es dar lo que no se tiene a alguien que no lo es"...

Pensando en Lacán y su teoría, me da por entender que a todos nos falta algo y cuando nos enamoramos queremos ofrecer eso que no somos. Como seres incompletos, transcurrimos a través del deseo, un deseo que no puede ser satisfecho, por la naturaleza incompleta que llevamos en la piel. Si en algún momento, cubriéramos temporalmente esa falta que lleva el otro, quizá no sería ese amor que nos contaron (aunque todo lo que se nos cuenta o con lo que se nos educa, conlleva un margen de error humano) cubrir la falta del otro es ser un poco (o un mucho) un objeto de deseo, entonces ya no se es, se actúa en función de la falta del otro y uno mismo sigue estando incompleto.

Confuso o no, la falta siempre está ahí, como una presencia secreta, que ronda la habitación, se viste contigo, sale a la calle y te habla en silencio. Y en otra dimensión, en otro pensamiento le habla al otro.

Salgo a la calle pensando que me falta el tiempo, ese tiempo que quiero ofrecerte. Entonces dejo de hacer lo mío para estar contigo y satisfacer ese  último mensaje, cuando me has dicho que me extrañas y que vuelva pronto a casa. Cuando llego, me recibes con la conciencia feliz de estar juntos, aunque mas tarde confieses que tu trabajo te aturde y que te falta otro reto, otra forma de completar una parte de tu vida. Y yo vuelvo a ofrecerte eso que yo no tengo, ideas, decisiones, algo que no tomaría. Y tu quieres completarme pintando en la pared un futuro y otra vida. Se acaba la noche y al nacer el sol, otra vez salgo a la calle, pensando en nada y me siento tan vacía.




miércoles, diciembre 21, 2016

La bandera de Occidente y el cielo gris del Oriente

Como un lado oscuro o una tierra distante y ajena. Como aquello que no duele por no verlo. Así las heridas, así los muertos, se desvanecen en un olvido programado. Sabemos que algo pasa, pero es preferible ignorarlo.  

Porque la felicidad es la bandera de Occidente. Merecer, alcanzar y lograr, a través de prioridades individuales. Libros, couches, universidades de la felicidad. Inteligencia emocional, programación neurolingüística. Mindfulness, yoga, detox. 

Porque el sufrimiento es cielo gris de Siria. El abandono, la orfandad y el exterminio. Las heridas y el hambre. La destrucción. Un éxodo prohibido de rostros ignorados. Noticias y fotos. Blogs y twitters. Posteos y videos. 

Pero al final hay un Oriente luchando sólo, muriendo sólo. En el ciclo de cada año, la navidad es un gozo en bufanda roja para algunos y una bomba de muerte para otros.

No pretendo juzgar, ni decir si está bien o está mal.  Sólo observo y escribo para ubicarme también en una realidad. Hay un fragmento del mundo devastado y otro trozo de tierra ensimismado.

Me es difícil escribir de esto.  Yo que también he estado oculta en mi propio agujero, incapaz de ver o de sentir la tragedia del otro. Pero si de algo sirve que yo escriba para poder tener un poco mas de conciencia y volverme mas humana, entonces lo escribo; por lo menos, para voltear a ver al Oriente y orar por el sufrimiento de tantos. Y con humildad agradecer por el pedazo de suelo imperfecto en el que vivo.

domingo, diciembre 18, 2016

La Vida de los Otros


La Vida de los Otros (Alemania, 2006)

Hace nueve años, en una, ahora vieja, noche de mayo en Monterrey, entré a una sala del Cinemark Plaza Real. Y entré sin saber, sin referencia ninguna sobre aquella película alemana que por suerte para mí exhibían.  Me refiero a la maravillosa experiencia de haber presenciado con todos mis sentidos la proyección de Das Leben Der Anderen, en español, La Vida de los Otros.  

Hay grandes obras que no se distinguen porque el colectivo popular las tenga en mente, es más, cada vez que comparto alguna emoción o comentario sobre esta película en México, casi nadie sabe de su existencia.  Quizá eso, la vuelve para mí más entrañable, al retirarse de cualquier tipo de lugar común y colocarse en un puesto individual y único de mi memoria.

Así como en su momento, me identifiqué tanto con las novelas de Milan Kundera sobre el régimen político de la antigua Checoslovaquia, así también La Vida de los Otros me remite a esas lecturas, dentro del contexto limitado de la libertad, donde a pesar de las circunstancias, la esencia del ser humano emerge en un valor universal.

La Vida de los Otros, de principio a fin es magnífica, tanto en el guión, como en las actuaciones. Narrada durante 1984 y 1991, nos envolverá en la historia donde un agente de la Stasi vigila cada día a una pareja de artistas alemanes, un escritor y una actriz, por órdenes de un superior que movido por un interés personal en ella pretende encontrar algo para afectar al escritor y mantener una relación clandestina con la actriz, todo esto centrado en una ambientación austera, gris, minimalista, cómo era la República Democrática Alemana en los tiempos de la Guerra Fría. A excepción del departamento del escritor, la película esta envuelta de fríos espacios que hablan de la soledad interior, la pérdida de una realización personal por el deber de servir al sistema, contrastando con un lazo fraterno y firme que comienza a desarrollarse a medida de que la investigación se hace profunda, tan profunda como los sentimientos de lealtad y una amistad no declarada entre el Wiesler, el agente y Dreyman, el escritor.

El final es tan conmovedor, que siempre me hace llorar.

Quizá mi película favorita de muchos tiempos, es fácil de encontrar (se encuentra completa en Youtube) y recomiendo tanto vivirla.

Esta noche la he vuelto a ver y volvió a conmoverme la última escena.






martes, diciembre 13, 2016

Lugares

El que cuenta su historia, a veces lo hace sin decirlo, porque cada paso, cada mirada o cada surco en la piel, hablan mucho más que lo que él dijera en una tarde de ocaso frente al sol. Cuando te cuente algo de mí, observa mi rostro, aprieta mi mano, dame un beso. Ahí estará toda mi vida.

Líneas

Este amor es flor de carretera
Que mira al ocaso acontecido
Va en línea paralela hacia el olvido
Uniendo a las hormigas en hilera

Es la marcha del tiempo en los segundos
La rítmica obsesión de una llegada
Es la vuelta al sol desde la nada
Es el tren que avanza moribundo

Como un surco de apegos sepultados
Ante la ausencia de todas las estrellas
Desdibujo en la arena de tus huellas
Y un distante latido abandonado

viernes, diciembre 09, 2016

Inmensidad.
Como se sintió una hormiga ante el pie de un elefante.
Como me sentí bajo la noche que me comió la niebla y fui invisible.
Como mi amor y no el tuyo.
Como tu frío futuro y no el mío.
Hoy nombrarte es nombrar lo inmenso con lo incierto.