Vuelve. Es de locos pronunciar en el vacío. Pero vuelve. Aunque suene tonto mi frenético discurso conducido por tabaco y cafeína. Vuelve. Sin ti las horas se han ido y no me queda mas arena en el reloj. Vuelve. Te ofrezco mi víspera, secuestra mis manos, roba mi pobre decisión de liberarme. Vuelve. Aquí hay rosas aún despiertas.