Le dijo en voz baja y al oído mientras bailaban esa vieja canción de Aute.
Luego del baile se fueron, se dejaron llevar por el diluvio. Se ahogaron, inmersos en tanto mar. Hasta que la ventana les gritó que ya había amanecido. Ella se fue antes.
A él se le metió la realidad por en medio de los ojos. Dolió tanto sentirla en su cabeza al mirar una fila de doce llamadas perdidas de alguien que lo buscaba.
A él se le metió la realidad por en medio de los ojos. Dolió tanto sentirla en su cabeza al mirar una fila de doce llamadas perdidas de alguien que lo buscaba.
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