De pronto a su mente llegó una palabra inusual. Poderosa y mística dicen algunos. Sin embargo para ella era sólo una palabra. Mandala. Lo dijo en silencio. Y comenzó a dibujar con base en un pequeño circulo, un complejo bosque de figuras. Esa tarde estuvo caminando por la plaza y en varios puestos ofrecían antigüedades y libros viejos. Un póster colgado de una pared falsa lleno de colores y formas, le invitó a acercarse y descubrir de cerca los mandalas. Al verla, una mujer de cabello negro y ojos grandes, le dijo, "puedes conectar tu mundo interno con la realidad exterior" toma una hoja y llévala a casa, dedica unos minutos a la creación. Regresa mañana a contarme que ha pasado. Esa noche, el cielo se abrió en varios fragmentos, desplegando figuras de colores. En una noche solitaria, un pedazo de papel le acompañó en el nacimiento de cientos de estrellas nuevas. Su sangre se llenó de sueños y la palabra inusual se volvió parte de su esencia.
Blog de experiencias cotidianas. Te hablaré de libros, de cine, amor y desamor. Te hablaré de lo que hablamos todos.
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viernes, mayo 27, 2016
jueves, mayo 19, 2016
Neblina, niebla, yo.
Ligera, como una exhalación de cigarrillo, o el color tenue de un reflejo, como la frescura que después de una noche crece con la mañana. Blanca y azulada, como el despertar de un sueño. Es la neblina a mi paso y su compañía puede resultar un consuelo.
Densa, como la incertidumbre, como las dudas mas graves en mi vida. Como ojo nublado pero vigilante que espera mi reacción en ciertas horas. Como ceguera de leche y circunstancia indirecta. Siempre quiero evitarte, niebla.
Pequeña sonrisa de sol
Pequeña sonrisa
fragmento de tres centímetros convertido en chispa
y luego en luz natural
de todos los espacios
Sin ti
la ausencia dispara golpes acechando mi ansiedad
Contigo
tus dientes de sol muerden la oscuridad de los huecos
y devuelven el canto a las horas
a los días
a los tiempos
Pequeña sonrisa de sol
tan pequeña en el inmenso universo
si faltaras
el mundo no estaría completo
martes, mayo 17, 2016
Hasta el internet tiene su día
¿Recuerdas la primera vez que te conectaste por internet?
Yo tengo el recuerdo que fue cierto día a finales de 1997, estaba en la oficina de mi jefa, que por alguna razón me encargó algo de lo cual no tenía la mínima idea de cómo hacer. ¡Si nunca había entrado a internet! Este suceso puede resultar ridículo y tardío ya que la web estuvo disponible desde tiempo atrás y yo a mis veintitantos años estaba ajena a aquello.
La primera página a la que accedí fue Altavista, el buscador mas popular de los noventa, derrotado tras la llegada de Google. Aún recuerdo la primera sensación (tal vez nadie sintió lo que yo) una mezcla de curiosidad con misterio, porque en realidad internet era un misterio para mí. No sé, pero yo me imaginaba a la red, como eso, una red de telaraña, donde una cosa conectaba a la otra y el espacio era infinitamente misterioso, donde podrías quedar atrapado en el tiempo.
Luego vendrían mas accesos, buscadores como yahoo, correos por el hotmail. Y un exceso de confianza en el uso de ICQ, donde alguien te tocaba la puerta y resultaba emocionante. Un indispensable Messenger y el incipiente YouTube. Hasta el omnipresente Google.
Han pasado tantos años que la vida postmoderna se cuenta casi toda a través del internet.
No estaría aquí escribiendo un blog. Y al escribirlo vuelvo a sentir la emoción y el misterio de los primeros años, porque sé que mi mensaje llegará, a lugares insospechados, en una red de conexiones infinitas, como la vieja botella tirada al mar que imaginaste que alguien leería.
Feliz día.
viernes, mayo 06, 2016
Lugares en los que casi no se piensa
Al menos en México, existen ciertos lugares desolados y perdidos en el olvido. No son precisamente callejones oscuros o sendas abandonadas. Son en la mayoría de las veces, lugares limpios y ordenados, silenciosos y tenues. Con aromas viejos a páginas amarillas, con historias húmedas de mar, o resecas narraciones de desierto. Con cuentos de planetas, crónicas de selva, abrumadores misterios, mitos y ballenas. A los que siempre se quisiera llegar pero nunca lo podemos hacer. Porque cuenta más el tiempo afuera, el sentido práctico, las obligaciones diarias. El "qué me va a quedar por ir ahí". Poco a poco desaparecen ante el olvido de gobiernos, falta de atención y presupuesto. Ausencia de personas que se den el tiempo. A dónde pararán en el espacio todos esos objetos tangibles que llevan sus historias adentro, con sus pastas duras y sus recuentos. A dónde ese inventario de secretos que sólo se saben al abrirse, como cajas mágicas de sueños. Quizá en un mar inventado por ellos mismos donde libros y bibliotecas naveguen hacia el fin del tiempo.
martes, mayo 03, 2016
Doce fragmentos
Doce fragmentos de ti, forman mi vida contigo. En cada fragmento hay un pedazo de corazón gastado, una cantidad de latidos disparados y un montón de respiros que acompañan toda esta experiencia. Yo no te regalo doce rosas, prefiero acomodarte en doce cuadros. Con tu rostro, mis muecas y el ocaso.
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