Volvió de aquel viaje, en su mano llevaba el recuerdo de su cara, la textura de sus pestañas en los dedos y su olor, tabaco, loción, café y besos. Los paisaje azules se volvieron sepia. La habitación iluminada, al paso de las horas una escena en blanco y negro. Lo que vivió es un recuerdo. En silencio y frente a la ventana, como buscando respirar en el aire algún resto de aquello, al comenzar la noche y busca su olor en silencio.
1 comentario:
Recuerdos siempre asociados al olor de un aroma, un perfume...
Muy bonito Graciela, saludos!!!
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