No abras la puerta a las cinco de la tarde. El verano transporta otros fantasmas. Se disfrazan de viento, imploran por las rendijas. Mejor sería desistir. Su temporalidad tardía se impregnará en las paredes, luego en tu piel. Besarán tus huesos con la promesa de un cálido desvelo, pero la intención es sólo un momento de polvo, un ensayo de seducción para cuando llegue la luna, a la que le rendirán su culto. Tú sólo serás un medio, se alimentarán de ti, robarán lo que quede de tu aliento y no podrás ahuyentarlos hasta que llegue el invierno, si es que persiste tu cuerpo.
2 comentarios:
inicio, desarrollo y fin, aplausos que el preludio se ha ido
dzzzdzzzdzzz
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