Desayuno de nubes sobre un mantel de asfalto. Miel de sol en el pan de pensamientos. Rostros anónimos. Puedes coincidir todas las mañanas y no saberlo nunca, hasta que dejes de andar y alguien eche de menos algo que no se sepa bien. Es tu ausencia, o la suya. Un café menos. Regresos nocturnos y despacio, entierros de perlas, versos acabados. Hay flores amarillas en los semáforos, efímeras como un latido.