Los domingos son como desiertos
Tengo suerte de tener una montaña
Si miro la ventana los domingos se borra cualquier trazo de horizonte
Todo grano aparente de textura
Un matiz gris y defectuoso
Me hace dudar del sol
El ladrido de mi perro pretende regresar la línea de la montaña
Pero no la veo
Será que tampoco estás.