Duerme en forma de S. Cuando despierta respira con profundidad, es una I erguida mirando por la ventana. Sale de casa. En la calle alguien se burla de sus zapatos, su figura es una L, avanza con sonrisa, sin escuchar los murmullos. Sabe a dónde llegará, aunque no pueda advertir el sonido de sus pasos. Sus brazos en E, uno más arriba del otro, abrazan. Navega en su nube de novia. Luego vuelve a dormir y despierta acompañada, los cuerpos en forma C, uno con otro. En I, la conciencia del respiro y le agrega al pensamiento la recreación de lo que no percibe. Termina el ciclo en O, en su total afonía cotidiana.
Blog de experiencias cotidianas. Te hablaré de libros, de cine, amor y desamor. Te hablaré de lo que hablamos todos.
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