Hasta ahora habían sido inofensivas las luciernagas nocturnas, los semáforos en verde; el par de estrellas cercanas a la luna, las luces de bengala encendidas a destiempo. De no haber seguido los faros cautivantes de un auto en la madrugada, no estaría contando esta triste historia de hospital. Quién podría haberme advertido su poco afortunada falta de frenos.
Blog de experiencias cotidianas. Te hablaré de libros, de cine, amor y desamor. Te hablaré de lo que hablamos todos.
Entradas populares
-
Un brazo se extiende y alcanza un libro olvidado en el suelo del parque. Los dedos exploran la forma, luego la textura, subsisitida a la hum...
-
La lluvia dibuja en la ventana cientos de inicios, cotidianas pausas, espacios limitados por los bordes. Busco en el laberinto el esplendor ...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
QUÉ PASA CON ESTA ABSTRACCIÓN COLEGA. SUS IDEAS SE FILTRAN EN POCAS PALABRAS. ME GUSTA, ME GUSTA...O ES UN RECURSO NECESARIO PARA EL BLOG ?
Publicar un comentario