Muchos escribieron algo referente al Día Mundial del Libro. Y me quedé pensando en qué tenía yo que decir al respecto. Sólo tuve ideas vagas o repetitivas y desistí de caer en un lugar común. Pero ahora que vuelvo a pensar en esto, escribo y tengo un libro aquí enfrente, como paciente y silencioso amigo que me espera. Creo que los libros tienen una personalidad de objeto pero también una esencia muy unida a la necesidad humana: la compañía. Entonces dejan de ser objetos y se vuelven presencias. Están contigo cuando no quieres llegar solo al café. Cuando en la sala de espera prefieres no hablar con nadie. Cuando se te cae un plan en día nublado y terminas por buscarle, cuando ya nadie te espera.
Debe ser que esta entrada esté cayendo ahora mismo en el lugar común que prefería evitar, pero quién si no el libro de mi mesa me ha dicho sin palabras que leer o escribir es mejor que esperar.
Blog de experiencias cotidianas. Te hablaré de libros, de cine, amor y desamor. Te hablaré de lo que hablamos todos.
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